La ecografía ha marcado un antes y un después en el control del embarazo. Es la prueba prenatal más importante por la cantidad de información que es capaz de ofrecer. Gracias a las ecografías en el embarazo se puede evaluar el desarrollo intrauterino del bebé y determinar algunos posibles riesgos. Por esto es vital desde el punto de vista médico, pero también permite a los padres ver a su hijo y oír sus latidos antes de nacer, siendo también muy valiosa en el plano emocional.
La ecografía también es conocida con el nombre de ultrasonografía o ecotomografía y consiste en una técnica no invasiva que permite a través de ondas de ultrasonido ver imágenes de órganos y estructuras dentro del cuerpo, y en el caso de las embarazadas, examinar el feto dentro del útero materno. Además permite estudiar el funcionamiento de la placenta con el equipo Doppler que mide la llegada de la sangre con las nutrientes al niño.
La ecografía en el embarazo es utilizada principalmente para estudiar el crecimiento y bienestar del bebé dentro del útero. Permite entre otras cosas detectar malformaciones, evaluar el desarrollo anatómico del feto, su crecimiento, su posición, calcular su edad gestacional, oír sus latidos, observar el estado de la placenta, del líquido amniótico, estimar el peso del bebé y detectar anomalías o patologías del embarazo.
El Dr. Mauro Parra, Jefe de la Unidad de Medicina Materno Fetal nos indica que las dos ecografías más importantes son las de las 11-14 semanas y la de las 20-25 semanas. A continuación, las describimos:
Primera ecografía | entre las 6 y 8 semanas
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Pesquisar patología uterina o anexial concomitante.
Segunda ecografía | entre las 11 y 14 semanas
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Se mide hueso nasal, ductus venoso y regurgitación tricuspidea.
Se puede hacer diagnóstico de malformaciones mayores.
Tercera ecografía | entre las 20 y 25 semanas
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Determinar el riesgo de parto prematuro a través de medir la longitud cervical
Cuarta ecografía | entre las 30 y las 34 semanas
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Evaluar el bienestar fetal a través de la determinación del perfil biofísico del feto (PBF).
Confirmar la localización definitiva de la placenta.
Pesquisar alteraciones del líquido amniótico.